Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Por Enrique García y García*
ATOMOS
PARA LA PAZ … y el progreso.
Me da gusto haber escogido el tema del agua en la pasada
columna, pues el tono de este escrito hubiese sido muy fuerte. Mesura. Mi reacción
ante lo ocurrido fue el aportar un poco de conocimiento y experiencia en el
tema, a fin de calmar los ánimos pues la ola amarilla de la prensa era mayor
que el tsunami. He venido comentando
a través de la red social twitter, mi
reconocimiento a los medios informativos que han investigado la verdad de los
hechos a costa de que les ganen “la nota”. Yo entiendo que es imposible que un
comunicador sepa de todos los temas y más aún el nuclear, que es tecnología muy
especializada. Pero lo inadmisible es
que, teniendo enfrente la tragedia de la destrucción con cerca de once mil
muertos y daños materiales valorados en miles de millones de dólares, la prensa
nacional y extranjera, lucre y haga terrorismo abierto a partir del accidente
nuclear.
A lo largo de dos semanas he venido comentando los
acontecimientos de carácter nuclear, con la asiduidad que me permite mi trabajo
en materia hídrica y de transferencia de tecnología, tomando como base los
informes del Organismo Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena,
Austria, quienes son la autoridad mundial en la materia.
Mi preocupación por el conocimiento del tema no es nueva,
pues a partir de mi regreso de Francia se me dio la encomienda de escribir un
libro de divulgación sobre Los Reactores Nucleares y la Producción de
Electricidad, que es precisamente el nombre del trabajo. La CFE lo editó en dos
ocasiones y se agotó. La demanda se extinguió cuando se canceló el proyecto
nucleoeléctrico en el que tenía la
responsabilidad del área de Transferencia de Tecnología Nuclear. Quién iba a
pensar que después de muchos años renaciese el interés en el título. Después de
todo, sirvió de algo. ¿Otra edición? No lo sé.
¿Por qué se le teme tanto a la Energía Nuclear? Es la
pregunta recurrente. Porque nació sin estrella. Porque se dio a conocer con su
fuerza destructiva. Porque no tuvo tiempo de mostrar su faceta en pro de la paz
y progreso. Comentaba en el twitter el
símil que si la Energía Eléctrica hubiese hecho su debut con la silla
eléctrica, nuestra tecnología sería la de finales del siglo XIX.
Pero no fue así y la Energía Eléctrica, incursionó en
todas las actividades con éxito
inusitado. Nadie magnificaba los lamentables decesos que ocurrían por descargas
eléctricas, eran parte del riesgo. El uso de la silla eléctrica no se esgrimía como
argumento para que se detuviese su expansión. Por otro lado, y a mayor
abundamiento de su buena estrella, sus comercializadores hacían una propaganda extraordinaria
para su utilización.
Cuando era pequeño el de la pluma, leía con gusto una
historieta de aventuras de un personaje llamado Kilowatito. Un simpático
muñequito con cuerpo de rayo color rojo brillante y una cabeza con nariz de foco
y orejas con ranuras que simulaban un contacto. En su primer número, que
todavía conservo, narraba el inicio de la electricidad con los descubrimientos
de Tales de Mileto y experimentos de Tomás Alba Edison. ¿Qué tal?
Pero volviendo al asunto de hoy, ¿qué ocurrió después de
la hecatombe en Hiroshima y Nagasaki?. Primeramente se firmó la paz. Y después el
mundo entero se paralizó quedándose sin habla. Reflexiones en todos sentidos. Como
consecuencia de ello se creó, años más tarde el Organismo Internacional de
Energía Atómica, que tenía como misión primordial la promoción de los usos pacíficos
de la energía atómica y así nació el programa “Átomos para la Paz”.
Había que borrar la imagen de la destrucción que traía
aparejada la Energía Nuclear. Proliferaron de inmediato las diferentes
aplicaciones a la industria, a la hidrología, a la medicina, etc., etc.. La ONU
invitaba a sus estados miembros a sumarse a los diferentes programas y también
a la firma de tratados para la no proliferación de armas nucleares. Yo fui
miembro del OIEA adscrito a la sección de Hidrología Isotópica, y doy constancia
de los esfuerzos que se hacían para conseguir el objetivo de “Átomos para la
Paz y progreso“. ¿Éxito? Sí, indudablemente, pero la población no ha olvidado
lo ocurrido en Japón hace 60 años.
No obstante esa aura de temor, el conocimiento nuclear ha
impactado sensiblemente el desarrollo muchas áreas, especialmente el de la
electrónica y telecomunicaciones y una muestra de ello son las tabletas del
tipo iPad
II.; ¿lo imaginabas?
El uso indiscriminado de combustibles fósiles, con sus
efectos nocivos a la vista en el cambio climático, hace que de nueva cuenta y a
pesar de todo, la Energía Nuclear vuelva a ser considerada como una alternativa
energética real para el futuro. ¿Será?
30 de
marzo del 2011
Accidentes desastrosos en plantas como Chernobyl o Fukushima han contribuido al ambiente de temor hacia la energía nuclear. Habría que encontrar un diseño adecuado para canalizar esta tecnología hacia una producción 99.9999% segura. Además, cuanto te visite espero me prestes ese ejemplar de Kilowatito.
ResponderEliminarCoincido con tus comentarios y el problema es que no se ha hecho investigación formal desde hace 40 años !!! Te comparto un articulo que escribí sobre el tema Ensayo Letras Libres (Nucleoelectricidad: una opción
ResponderEliminarválida)
2011.06.20 http://bit.ly/11hbyjj
Sobre la revista, con gusto te la muestro.
Abrazo.