Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Enrique García y García*
ALFEÑIQUE…con sabor
amargo.
Desde hace unas semanas he querido escribir algo
positivo sobre nuestro acontecer cotidiano pero la tinta no fluye, se resiste
con las malas y preocupantes noticias relacionadas con los acontecimientos en
el estado de Guerrero y obviamente no me refiero a los embates climatológicos
que sufre cada año ese estado de la República, sino a la situación que se vive en
esos rumbos que hace que el alfeñique de la época tenga un sabor amargo a diferencia
de su típico sabor dulce.
No se trata de una simple desaparición pues son 43 estudiantes
de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en el municipio guerrerense de Iguala,
que fueron privados de su libertad cuando se encaminaban a irrumpir un acto gubernamental para protestar
por las represiones que habían recibido días anteriores. No era la primera vez
que se tenían enfrentamientos de estudiantes de esa misma escuela con la
policía en sus tres niveles, pues en 2011 dos normalistas cayeron muertos
cuando se reclamaban mayores recursos económicos para la institución y mejoras
a las instalaciones. La historia se repite pero con mayor violencia.
En esos años se señalaba como responsable de los
hechos a quien ahora ha sido nombrado gobernador interino y que en ese entonces
se le vinculaba con grupos de secuestradores. Todo un caso.
A partir de la desaparición forzosa de los normalistas
han brotado innumerables protestas a todo lo largo y ancho del País, y también
en el extranjero exigiendo a las autoridades el esclarecimiento de los hechos y
es natural pues ya ha pasado más de un mes y no hay pista alguna sino todo lo
contrario. Surgen más interrogantes por las relaciones que guarda el entonces
presidente municipal de Iguala y su esposa con grupos criminales vinculados con
gobernantes y políticos, y se les considera los autores intelectuales del
secuestro; las averiguaciones se amplían para localizarlos pues se esfumaron
enfrente de los grupos de seguridad del gobierno del estado, a quien también se
le liga con el siniestro. Una cloaca abierta.
Es tan complicado el caso que no han sido suficientes
35 días para que el gobierno federal auxiliado con otras instancias nacionales
e internacionales hayan aclarado el asunto y el reclamo de los familiares,
estudiantes y sociedad entera no se hace esperar y crece cada día. La reunión
de los primeros con el Presidente de la República durante cerca de seis horas
pone de relieve la magnitud del problema. Durante esa cita los familiares de
los afectados hablaron sin tapujos y expresaron su dolor por la desaparición y
pensando que tal vez que ya no estén con vida, aunque el gobernador diga que
“hay indicios” que sí la tienen.
La aparición de un sin número de fosas clandestinas en
la zona pone de manifiesto la recurrencia del asesinato sin rastro de personas
para la consecución de intereses determinados y por otro lado la injerencia
flagrante de la delincuencia organizada
en las cúpulas gubernamentales y políticas, hacen que nos sintamos en un lugar
donde lo que priva es la ley de la selva.
¿Cuántos Ayotzinapa habrá en el País? Interrogante que
nos hacemos los comunes como el de la pluma que asevera que en estos días el
alfeñique tiene un sabor amargo. Vaya día en el que aparece el texto.
En el Día de Muertos del 2014
Cualquier
comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo
electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia
* Físico Nuclear, egresado de
la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia de
tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por
publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en
diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor
independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
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