Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Enrique García y García*
VIGILANTES DOWN…¿por
qué no?
Las tareas educativas siguen ocupando
un lugar preponderante en el quehacer nacional e internacional y malo fuera que
no, pues en el mundo se requiere educación en todos los niveles y en temas de
actualidad.
En nuestro País, la Reforma Educativa
incluye aspectos cuantitativos y cualitativos pues la población crece y ahora
más que nunca demanda calidad. Sobre este último renglón se habla de incorporar
elementos que permitan a los alumnos asimilar de mejor manera los conceptos que
tratan, pero no basta. Hay que reformar esquemas básicos educativos desde los
cimientos de tal manera que se forme al alumno como ser humano de bien y que
desde temprana edad se le haga partícipe del entorno en el que vive, aún y
cuando éste sea complejo.
En efecto, el tema ambiental se
complica cada vez más porque la actividad humana crece e irremediablemente se
depreda el medio ambiente, por lo que hay que regular el desarrollo de manera
que éste sea sustentable como se señalaba en Excélsior1. El establecimiento
y aplicación de directrices es importante pero también es imprescindible agregar
una componente fundamental que es la Educación Ambiental.
A través de ese camino es como
podremos asegurar el cuidado y preservación de nuestro hábitat y es por ello
que los temarios educativos al tratar el tema del agua deben incorporar el
enfoque de calidad y no solamente el de cantidad, aspecto que ya se atiende
desde temprana edad.
La gran mayoría de los programas de
educación primaria, secundaria y preparatoria, e incluso los de organizaciones ecologistas
no gubernamentales, evaden el renglón de
calidad de agua y lo reservan a los expertos, cuando es posible que desde el
nivel básico ya lo incorporen a sus conocimientos y puedan realizar mediciones
siguiendo una metodología de carácter científico. Aprenden haciendo.
En este mismo espacio2 hemos
abordado el tema compartiendo experiencias en las que los niños y jóvenes actúan
como verdaderos vigilantes del agua. En el Municipio de León se ha avanzado
significativamente en ese renglón y a esta fecha ya se tienen alrededor 11 mil niños capacitados en la
materia, que estudian en 75 escuelas primarias, incluyendo públicas y privadas,
urbanas y rurales, de tal manera ningún sector queda sin atender.
Sin embargo faltaba un segmento de cubrir
que corresponde a niños con capacidades diferentes: el de niños que tienen el síndrome
de Down. En nuestro País existen algunas escuelas especializadas 3, 4 que
atienden la educación de estos chicos desde temprana edad, pero el tema
ambiental no lo tocan específicamente y se concentran en aspectos básicos como
la lectura y escritura, que demandan un conocimiento y experiencia del
profesorado como señalan algunos autores4 .
El conseguir interés por temas
científicos y tecnológicos para todo público es un reto permanente para quienes
trabajamos en ello y más aún cuando el auditorio son niños, pero se logra con
paciencia una vez que se comprende su forma de entendimiento para situarse en su nivel; así, para enseñar
conceptos de calidad de agua a chicos de primaria es menester encontrar la
didáctica adecuada usando recursos como la narración de un cuento.
La situación con los niños que tienen
la condición Down es diferente e implica mayor dificultad pues su raciocinio es
distinto por lo que hay que identificar las formas con las que ellos perciben
el entorno ambiental y éste se consigue con el respaldo de sus sentidos,
algunos muy desarrollados como el olfato y el oído.
El lograr una metodología para enseñar
los conceptos que caracterizan la calidad del agua como temperatura, pH,
turbidez y oxígeno disuelto, ha sido un reto mayúsculo pero poco a poco se ha
ido venciendo al grado que 13 alumnos del
Centro de Recuperación Infantil de la ciudad de León, Gto., están siendo
capacitados con éxito en la identificación de las características de calidad de
agua ya aludidas, y además su registro en tarjetas especializadas. Admirable.
El reto adicional es convertir a ese
grupo de Vigilantes del Agua en educadores para sus compañeros más chicos, y
también considero que se logrará. Sí, aunque no lo creas amigo lector.
Hoy día puedo afirmar que los niños
con el síndrome de Down pueden comprender el medio ambiente y sus problemas, y
colaborar en su medida a velar y proteger el recurso fundamental que es el agua
y convertirse en sus Vigilantes Down, ¿por qué no? SÍ se puede.
1 “LAUDATO SI’…un mensaje urbi
et orbi” E. García y G. Excélsior,
mayo 2015. http://www.excelsior.com.mx/opinion/opinion-del-experto-nacional/2015/07/09/1033727
2 ”Aquae Custodes”…en acción. E. García y
G., Glosas, agosto 2012.
3 Recuperación
Infantil de León, A. C. León, Gto. 2015
4 Educación para
niños con Síndrome de Down. Organización TEDI, Monterrey, N.L. 2015 http://tedi.org.mx/?gclid=CK-Uwt2At8gCFQuoaQodG5cGLQ#/queEs
5 “Síndrome de Down.
Lectura y Escritura” M.V. Troncoso, M.M del Cerro, Fundación Iberoamericana
Down21, 2009
18 de octubre del 2015
Cualquier
comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo
electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia
* Físico Nuclear, egresado de
la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia de
tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por
publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en
diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor
independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
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