Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Enrique García y García*
LAUDATO SI’…un mensaje urbi et orbi.
Como me suele suceder, el tema del artículo destinado
a este espacio hay que cambiarlo y esta vez con una razón más que sobrada por
la publicación de la encíclica del Papa Francisco, Laudato si’ 1. Aclaro que
la intención no es dar un resumen del texto como solíamos hacer en los talleres
de lectura preparatorianos para demostrar que habíamos cumplido con la tarea
encomendada. Sería una labor complicada por la extensión y profundidad del escrito,
aún y cuando es mi área de especialidad.
He de confesar que la lectura la hice en varias etapas
pues no es una novela que te lleve por un escenario fantástico con personajes
con los que te puedas sentir identificado. Como de costumbre, al leer este tipo
de textos subrayo lo que me llama la atención y anoto al margen glosas que
complementan lo leído. En varios momentos tuve necesidad de hacer una pausa
para comprender el alcance de lo que estaba escrito y apuntar lo medular.
Difícil. Así lo hice y ahora les comparto algunas consideraciones que fueron
apareciendo de la lectura de ciertas líneas y que comparto a modo de sumario.
Se señala que el marco de referencia ambiental sobrepasa
nuestro entorno inmediato pues atraviesa fronteras locales, regionales,
estatales y continentales, pero empieza en el propio hábitat, en nuestra casa.
El asunto ambiental se
centra en la naturaleza pero debería girar en torno a las personas que la
habitan; hasta ahora las soluciones técnico-económicas que se han planteado no resuelven el
problema ambiental actual, pues descuidan las múltiples interrelaciones del asunto
y con frecuencia se enfocan en puntos particulares sin considerar que a largo
plazo se convertirán en problemas adicionales.
Los
países poderosos minimizan problemas y afectaciones del cambio climático y tan
sólo atienden algunos impactos negativos porque el enfoque es parcial y no
contemplan soluciones para ecosistemas completos que darán sus frutos aunque no
inmediatamente. Debe quedar claro que la crisis ambiental no
es sólo de carácter ecológico sino también social, pues hoy en día ya se ven
las repercusiones en la población y desafortunadamente las sufren quienes viven
en países pobres.
Las
recientes Cumbres internacionales sobre el medio ambiente han dejado mucho que
desear pues los resultados son mínimos. Han prevalecido intereses particulares
y de corte técnico-económico. Se comenta que el crecimiento tecnológico no
siempre ha ido a la par de un desarrollo de las personas en valores éticos y
concientización social. El enfoque que ha prevalecido, por sí mismo no
garantiza el desarrollo humano y la inclusión social, es más, el consumismo
actual contrasta con situaciones de miseria inaceptables.
Se
dice que es necesario crear una cultura ecológica con base en un programa
educativo, en un estilo de vida, en una mística que enfrenten al paradigma
tecnocrático-económico. La educación ambiental debe enfocarse a informar,
concientizar y desarrollar hábitos para proteger la naturaleza a fin de formar
ciudadanos ecológicos comprometidos con su entorno; se insiste que la crisis
que se vive es ambiental y social, un binomio inseparable que debe entenderse
como tal. El desarrollo sostenible que se busca requiere de una solidaridad
intergeneracional en la que niños y jóvenes deben estar presentes.
Se
apunta que los países pobres deben recibir más apoyo internacional para atender
sus problemas ambientales pues ya tienen encima la atención de su pobreza y
subdesarrollo social.
Cuando
se habla de cambiar el estilo de vida consumista, no se debe entender como un freno
al progreso y desarrollo, dado que con frecuencia una producción más innovativa
y amigable con el ambiente, puede ser más rentable y dar lugar a un bienestar
social. Un desarrollo técnico-económico siempre debe repercutir en mejor
calidad de vida para considerarse progreso.
El espíritu de la Encíclica es en esencia aceptar que
el problema ambiental tiene dos enfoques, uno técnico-económico y otro social,
y que las soluciones deberán tener como mira un bienestar a corto, mediano y
largo plazos.
No sobra expresar mi reconocimiento a la Carta
Encíclica, con la que coincido en su mayor parte y seguro estoy será referencia
para muchos para entender el complicado tema ambiental y sus caminos de
solución. Espero que mi extracto haya despertado el interés de leer el
documento completo y tenerlo a la mano para alguna consulta posterior. Laudato Si’ es un mensaje urbi et orbi, dirigido a ti, para que pienses globalmente y
actúes localmente.
9 de julio del 2015
1 Laudato Si’ Carta encíclica del Papa
Francisco, Ciudad del Vaticano, Italia, junio 2015 https://www.aciprensa.com/Docum/LaudatoSi.pdf
Cualquier
comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo
electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia
* Físico Nuclear, egresado de
la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia de
tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por
publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en
diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor
independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
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