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2018.04.01 HAWKING...el ateo.


Glosas


... un espacio para hablar desde San Miguel

 Enrique García y García*



HAWKING…el ateo. 

La primera vez que supe de la frase “sólo sé que no sé nada” fue un primer día de clases de Ética en el CUM cuando el Maestro Demetrio Sodi Pallares la dijo y pidió que la escribiéramos en la página inicial del cuaderno. La anoté como todos que respetábamos la instrucción de un maestro raro para el común de los docentes pues no usaba corbata, hablaba en voz baja y muy pausada, y era de más edad que los otros. 

Para la gran mayoría la frase no decía algo coherente y menos tangible, que  dejaba solamente una incógnita sobre el significado del verbo saber que daba certeza de un desconocimiento de todo. Vaya ambigüedad que mostraba la esencia de la asignatura filosófica; la sabiduría. 

Se aclaraba que todas las ciencias estaban constituidas por tres objetos: el material, el objeto formal o terminativo y la luz inteligible o motivo. El primero es lo que la ciencia estudia, el segundo, que es parte del anterior, y es lo que la ciencia estudia por sí y principalmente; el tercer objeto es el diferente modo como pensamos a un objeto material y gracias al cual resalta el diferente objeto formal.  

Referente a la luz inteligible distinguía el profesor dos tipos: la natural y la sobrenatural. En el primer tipo se utiliza la inteligencia y en el segundo echa mano adicionalmente de las creencias religiosas, es decir de la fe, tema que es base para otros planteamientos que  se salen de este escrito. 

La luz natural se explicaba tiene diferentes grados de abstracción en la medida que se excluye o no la materia individual, sensible o la inteligible. La Física, por ejemplo al igual que la Astrofísica, excluyen la materia individual, las Matemáticas quitan la individual y la inteligible, pero la Filosofía excluye las tres, por lo que solamente atiende el mundo de las ideas, conceptos meramente espirituales. Todo lo anterior nos conduce a esbozar la faceta Stephan Hawking como filósofo.  

En varios de sus conferencias, artículos y libro 1 se confesaba abiertamente ateo pues indicaba que no era necesaria la existencia de Dios pues todos los elementos de la naturaleza se regían por ordenamientos entre ellos y su evolución, incluso se podía describir a través de formulaciones matemáticas por demás complejas, como se señalaba en otro escrito 2 del que esto narra, publicado en este mismo espacio de Excélsior. 

El profesor Hawking como astrofísico vinculaba procesos evolutivos del universo con características tangibles de la materia como son las energías caloríficas, gravitacionales y nucleares, y los expresaba con herramientas matemáticas que excluyen aspectos materiales e inteligibles. De ahí su genialidad. 

Sin embargo, no relacionaba ese fantástico ordenamiento evolutivo con nada superior y suponía que ése se daba de manera espontánea por la naturaleza misma de las cosas, y que se sepa, no menospreciaba el que las personas atribuyeran ese ordenamiento a un Dios pues quién era él para juzgar esa creencia, dado que se estaba en otro plano sobrenatural ajeno al meramente humano, en el que se conjugan el mundo de las ideas vinculado a una superior a la que podemos llamar “Sabia Naturaleza” o simplemente Dios.  

Gracias por todo Stephan Hawking, genio de nuestros tiempos.  



Y para los que creemos en otros “cosmos”, ¡Felices Pascuas!



1 de abril del 2018







1 “The great design”, S. Hawking, L.Mlodinow, Bantam books, abril 2010, Cambridge, Inglaterra.




2 “HAWKING…el matemático”, Glosas. E. García y G., marzo 2018. México. https://fisicogarcia-glosas.blogspot.mx/p/20180325-hawkingel-matematico.html







Cualquier comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo electrónico:   ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia

* Físico Nuclear, egresado de la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia  de  tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.

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