Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Enrique García y García*
INICI ARTE…desde abajo
“No hay fecha que no se llegue ni plazo que no se
cumpla” dice el refrán, y lo traigo a colación por la clausura del Festival
Cervantino y el cierre de la exposición temporal del pintor guanajuatense Luis
García Guerrero en el Museo de Arte e Historia de Guanajuato en la ciudad de
León. De acuerdo a los informes de cada evento los resultados fueron más que
positivos en cuanto al número de visitantes como a la calidad de ellos, y esto
último a decir de los participantes.
De acuerdo a las encuestas del Cervantino la mayoría
de lis visitantes eran jóvenes y adultos, y nada de sorprender pues los
cuestionarios estaban hechos para cubrir ese sector. Lo que llama la atención
es que el parecer de los más pequeños no es tomado en cuenta pues son
considerados como “adultos chiquitos” cuando en realidad son niños que están
aprendiendo permanentemente para el desarrollo de su gran potencial.
En contraste, en el Museo ya aludido, el trato que se
les da a los menores es de llamar la atención pues tienen actividades formales permanentes
y también algunas otras de carácter
lúdico. Conociendo ese ambiente, semanas antes de la clausura de la exposición
en comento, tuve un acercamiento con la dirección del Museo para plantear la
inquietud de organizar y un Taller Infantil sobre la muestra pictórica, en la
que incluiría niños con síndrome de Down. Suspenso.
Entiendo el asombro de la Dirección pues nunca se
había realizado un Taller similar y máxime si se desconocía el trabajo previo
con un grupo mixto y al mismo tiempo. La apertura fue inmediata y agradecí la
disposición e interés para realizar las visitas preparatorias y por supuesto
las facilidades otorgadas por el personal del Museo el día del evento.
El objetivo consistía en la sensibilización de los
niños para apreciar la pintura del Maestro a través de un recorrido que
contemplaba diez estaciones en cuadros representativos de su obra, y dos
dibujos del padre y abuelo del pintor guanajuatense. En el Taller se resaltaron
los aspectos hereditarios, estimulación artística temprana, ingenio pictórico
propio, expresión de su personalidad, sensibilidad
hacia su familia y la naturaleza, manifestación de sus estados de ánimo, y
otros.
No hubo necesidad de pedir a los chicos atención
especial pues poco a poco fueron
entendiendo y apreciando los cuadros, incluso los abstractos donde echaron a
volar su imaginación para ver figuras, colores y composición. En los cuadros con
insectos, minerales y frutas era grato ver cómo se acercaban a ver el detalle
apreciando el trabajo y el ingenio para colocarlos de manera armónica. De las preguntas que hacían era claro que se
estaba logrando el objetivo sin necesidad de que los papás o maestros que los
acompañaban de lejos opinaran. La hora y media que duró el Taller se fue en un
abrir y cerrar de ojos. Una experiencia inolvidable que se puede repetir.
No cabe duda que debemos modificar los métodos de
enseñanza de los chicos en ésa y otras artes y ciencias, como la música y las
matemáticas, a las que nos referíamos recientemente en este espacio de
Excélsior, pues de lo contrario su
desenvolvimiento puede ser opacado por la tecnología de la diversión, que
fomenta el crecimiento de pequeños robots que no piensan ni tampoco sienten. El
aspecto musical merece atención particular y me referiré a él en otro momento
pues es una forma excelsa de expresión que demanda un estímulo especial de
padres y maestros.
La iniciación en el arte fue un ejemplo de que los
niños desde temprana edad pueden ser estimulados a desarrollarse en muchas
disciplinas y el secreto es, simplemente empezar.
4 de noviembre del 2016
Cualquier
comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo
electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia
* Físico Nuclear, egresado de
la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia de
tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por
publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en
diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor
independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
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