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2014.12.02 LAICISMO con valores...¿a qué le temen?


Glosas


... un espacio para hablar desde San Miguel

 Enrique García y García*

LAICICMO con valores…¿a qué le temen? 

El tema que tenía preparado para este espacio era referente al “vital líquido” pero dado el ambiente que priva en nuestro País lo he derivado a otro más importante que el agua y que tiene que ver con la “vital educación”. El adjetivo que utilizo para ambos temas pone de relieve la importancia de ambos pero creo que en estos momentos el renglón educativo deja a un lado el hídrico. Aclaro. 

El suministro de agua para los próximos 15 años está garantizado en todo el territorio nacional aún siguiendo las mismas prácticas de uso ineficiente, no obstante a largo plazo carezco de elementos para asegurar lo anterior. En materia educativa la situación es distinta dado que urge empezar ahora a educar los niños  que estarán en activo en esos mismos tres lustros y no caben las improvisaciones. Es imperativo reparar nuestro tejido social con nuevos mexicanos que ya nacieron y están ávidos de enseñanza para su formación como personas y creo que sólo así podremos asegurarlo. 

Antes de que se presentaran los lamentables hechos en Iguala, el Presidente de la República había comentado que el problema de corrupción y sus consecuencias  era de tipo “cultural” para justificar la dificultad de erradicarla. En ese momento disentí totalmente con su planteamiento pero ahora creo que tiene razón y desde mi modesto punto de vista considero que la ÚNICA forma de neutralizar esa incultura es con base en educación, pero no me refiero al aspecto meramente cognoscitivo sino al de formar personas de bien con valores éticos. Creo que los nuevos decretos y mecanismos policiacos para combatir ese “cáncer social” NO atienden el problema de raíz, el cultural; tal vez resuelvan la emergencia nacional pero de ninguna manera garantizan que los sucesos no vuelvan a ocurrir en un futuro cercano. “Educad a los niños y no tendréis que castigar a los hombres” sostenía el filósofo griego Pitágoras y vaya que sigue siendo vigente la máxima.  

Hace unos años escribí un texto 1 relacionado con el tema donde abundaba sobre el conflicto de introducir conceptos de educación con valores éticos pues nuestra clase gobernante y política confunden el término laicismo educativo asentado en nuestra Constitución, pues una educación con base en valores morales o éticos NO contraviene el precepto aludido dado que es ajeno a cualquier religión. En el siglo antepasado, la corriente liberal en nuestro País propugnó por la neutralidad en materia educativa y lo consiguió, pero desafortunadamente también eliminó la educación cívica-ética dejando al garete la formación integral de personas de bien. Ahora en pleno siglo XXI muchos de nosotros exigimos que la educación primaria SE sustente en valores éticos, pero son gritos en el desierto y me pregunto una y otra vez, ¿a qué le temen?   

La Reforma Educativa propuesta por el Gobierno Federal incluye tenuemente el incorporar los  temas de formación cívica y ética con programas de enseñanza para alumnos y maestros pero NO como una asignatura específica sino como temas selectos de enseñanza; por otra parte en la susodicha reforma se señala que esa formación cívica-ética se incorporará a nivel de secundaria dejando a un lado los de primaria y pre-escolar. Disiento formal y enérgicamente, ¿a qué le temen? 

La formación de personas inicia en la casa y debe ampliarse en las aulas, y cuando hablo de personas me refiero a niños de párvulos y primaria, entonces NO veo las razones para excluir a los más pequeños de ese tema para su educación integral. En esos niveles básicos se debe inculcar los valores éticos, que en el caso de la HONESTIDAD implica la cero tolerancia, ¿a qué le temen? 

Desde mi punto de vista es menester que los legisladores en materia educativa incorporen los motivos y fundamentos de dichas reformas que den sustento a los programas y temarios específicos para maestros y alumnos en ese sector básico. Si no lo hacen, ¿a qué le temen? 

En las múltiples escuelas primarias, secundarias y preparatorias en que he dado clases, he constatado que  todas las aulas tienen en la pared frontal la fotografía de un gobernante o una imagen religiosa, cuando debería estar en su lugar un cartel que fomentara los valores éticos y, en las laterales las otras, ¿a qué le temen? 

Que no dé miedo empezar a formar personas íntegras pues ellos no intervendrán en las contiendas electorales inmediatas, ni tampoco cuestionarán el desempeño gubernamental, legislativo y judicial, pues la mayoría de los  beneficiados con ese tipo de educación ética son niños y jóvenes; luego entonces, ¿a qué le temen? 

Ningún partido político ha defendido este renglón por evitar de ser tildados de “religiosos” cuando ese asunto debería estar más que asimilado, pero no, consideran que esa postura los llevaría a perder votos y, eso sí es grave. Errores garrafales originados por ignorancia o con dolo, que desgraciadamente tienen por consecuencia la formación amoral de los pequeños estudiantes. 

La educación en valores cívico-éticos puede y debe crear un vínculo entre la escuela y el hogar, por qué no iniciar ya, ¿a qué le temen? 

 

1.- Laicismo educativo…adelante y sin miedo. E. García y G. Glosas. Dic. 2012


10 de diciembre del 2014

 

 

Cualquier comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo electrónico:   ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia

* Físico Nuclear, egresado de la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia  de  tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.

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