Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Enrique García y García*
TERREMOTOS … a estar alerta.
De nueva cuenta se
cimbró el País la semana pasada y no fue por la declaración desafortunada de
alguno de los cuatro contendientes por la presidencia, no, de eso ya estamos
acostumbrados, realmente volvió a temblar fuerte y se sintió en muchos estados
de la República Mexicana. Por estos lares abajeños, no sentimos nada.
Ese día hice
unos comentarios en twitter y señalé que
no nos acostumbramos a los temblores pues ponen de relieve la fuerza de la
naturaleza contra la que no podemos hacer algo para impedirlo y solamente
aguardamos lo peor, pues ya conocemos los efectos. Pánico, en todos los niveles.
No en balde estos hechos se conocen como “de fuerza mayor” o “actos de Dios”. Durante la
valoración del potencial energético de Los Azufres, Mich., estuve varias semanas
en el campamento de dicha zona geotérmica y temblaba constantemente, pero no me
pude acostumbrar.
Confieso mi desconocimiento
avanzado en materia de sismología, no obstante en la Facultad de Ciencias, nuestros
maestros de Geofísica explicaban los conceptos fundamentales para entender los
fenómenos que dan lugar a los terremotos. En este espacio amigos míos, les comparto
algunas aclaraciones que estimo
pertinentes, tratando obviamente de no incurrir en tecnicismos que sólo
confundirían. Ténganme paciencia.
De acuerdo a su
etimología un terremoto es el movimiento o sacudida de una extensión grande de
terreno, y como sinónimos se utilizan los vocablos sismo o temblor. Comentaban los académicos que los terremotos
se originan por tres causas principales: hundimiento de cavidades subterráneas
que provocan reacomodo de zonas cercanas, grandes perforaciones en conductos naturales
que concentran lava o vapores volcánicos,
y los movimientos tectónicos en el fondo de la corteza terrestre en donde
grandes capas litológicas se deslizan buscando un nuevo equilibrio, sobre todo
en las proximidades de las fallas geológicas; ésto último provoca los sismos
más fuertes.
Los hundimientos
pueden producirse en todas partes y sus efectos quedan muy localizados al igual
que los terremotos volcánicos y se dan con frecuencia en períodos de actividad
de un volcán, el cuál produce escapes de energía calorífica hacia la superficie y cuando no se dan, ésta se
disipa hacia otros lados produciendo temblores.
México tiene cuatro campos geotérmicos que producen
energía eléctrica y están ubicados en Cerro Prieto, BCN., Los Azufres, Mich.,
Los Humeros, Pue. y La Primavera, Jal., en donde los temblores son constantes, y
provocados por las perforaciones profundas para extraer la energía geotérmica,
las cuales se hacen con equipo similar al que usa la industria petrolera. El
quehacer del de la pluma estuvo relacionado con la determinación de los
volúmenes de agua y sus características dinámicas, ya que ésta es el portador
del calor generado en la profundidad de la tierra.
Los terremotos
tectónicos son los más frecuentes y de mayor magnitud; ocurren a lo largo de las grandes fracturas
de la cubierta terrestre y se identifican fácilmente pues están sobre las cordilleras
en todo el mundo y son producto de los plegamientos de la corteza hacia la
superficie, aunque también se localizan
en el fondo del mar. Para todo el continente americano es relevante la falla de
San Andrés que corre sobre la costa oeste, desde Alaska hasta Cabo de Hornos.
Como dato histórico les comento que esta fractura fue denominada así a finales
del S.XIX, porque pasa por una laguna del mismo nombre en el estado de
California del vecino país del Norte.
Volviendo al
enfoque técnico de este ensayo, comento que el punto donde se produce el
fenómeno tectónico original se llama hipocentro y en la superficie epicentro, y
la distancia entre ambos ronda en los 50 km.
Al producirse el hecho tectónico,
la perturbación se propaga en forma de ondas de diferentes tipos y direcciones
lo que produce movimientos oscilatorios como trepidatorios. Cuando el suceso se
da en el mar produce una perturbación que genera ondas en el agua que llegan a
la tierra y cuando son de gran magnitud se conocen como tsunamis.
En muchos casos
los sismos van precedidos por pequeños temblores que avisan la llegada de uno
mayor y, una vez que ocurre, le siguen temblores secundarios o réplicas hasta
que se logre un equilibrio en el punto.
La predicción de
los terremotos es muy compleja y generalmente se basa en la detección y
análisis de los temblores previos. En algunos casos es posible enviar avisos a
la población pero no en todos, por lo que dada la ubicación de nuestro País, no
nos queda sino atender las recomendaciones de las autoridades en todos sentidos
y estar siempre alerta, pues vivimos en un territorio sísmico y conocemos bien
sus efectos devastadores.
16 de abril del 2012.
Cualquier
comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo
electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter
@fisicogarcia
* De familia sanmiguelense de
antaño, el autor es Físico Nuclear, egresado de la UNAM, con diversas
especialidades en energía, agua y transferencia
de tecnología; autor de cinco libros
de divulgación técnica, dos más por publicarse, y una centena de publicaciones
afines; editorialista en diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y
técnicos; consultor independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
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