Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Por Enrique García y García*
EDUCACIÓN
HÍDRICA … cultura
avanzada del agua.
Así como cada año se repiten las dificultades asociadas
con las temporadas de lluvias, de la misma forma aparecen eventos que permiten
exponer nuevas ideas e implementos para atender los complejos problemas de
abasto, distribución y saneamiento del agua; la ExpoAgua en Guanajuato Capital es
una muestra. La lucha es continua en todos los frentes.
Cada sector de usuarios tiene sus problemas específicos y
por tanto sus soluciones son distintas. No obstante todas tienen como
denominador común y fin último, el uso eficiente del recurso. Las actividades
de los organismos gubernamentales encargados del suministro de agua potable, agrícola
e industrial se centran en que ése sea eficiente, de calidad y oportuno, sin
abocarse mayormente a las actividades de
resultados a largo plazo como lo son las de planeación y educación.
La poca atención a la primera ha ocasionado un mal manejo
de los recursos que se refleja en el agotamiento sin control de las reservas de
agua subterránea, mismo que se constata permanentemente. Las concesiones para
el uso del agua del subsuelo otorgan volúmenes como si los recursos fueran
infinitos, lo cual no es la realidad.
El mecanismo de control del Estado es a todas luces
ineficaz y urge que se revise y actualice periódicamente, tomando en
consideración los recursos existentes, so pena de tener conflictos sociales por
el creciente desabasto. En otro orden de ideas, el agua superficial, hoy por
hoy la fuente constante de suministro, no ha recibido la atención que debería.
Alrededor de 1950 se inició la perforación intensiva de pozos profundos que dio
lugar a la destrucción de presas, bordos y cajas de agua, para convertirlos en
campos de cultivo, toda vez que el uso de agua era ininterrumpido gracias a la
extracción continua del subsuelo.
Con relación a la segunda actividad mencionada en párrafos
precedentes, la de educación, ésta se había llevado a cabo a través de
actividades aisladas para atender necesidades específicas de los distintos
usuarios, pero sin ningún esquema formal que las integrara. Con objeto de
subsanar lo anterior, apareció el concepto de Cultura del Agua, como un medio
para canalizar todas las acciones educativas. Era un buen principio.
Todos los organismos gubernamentales relacionados con la
materia acogieron la idea y crearon dentro de sus dependencias los
departamentos correspondientes. Así las cosas, empezaron a desarrollarse
distintas actividades que se circunscribían a los usuarios urbanos, con una
mínima atención a los agrícolas e industriales. Nacieron las campañas que
fomentaban el ahorro de agua en los hogares y escuelas, mismas que ahora
proliferan a través de anuncios en diversos medios de difusión y objetos
promocionales alusivos. Bien, pero no basta. Hay que profundizar y ampliar la
atención a todos los sectores.
Es mi parecer amigos míos, que el decremento del abastecimiento
y deterioro de la calidad del agua hacen imprescindible un cambio de estrategia
y de alcance del concepto Cultura del Agua como sinónimo de educación hídrica. La
instancia ha sido rebasada. La
diversidad de facetas y usuarios que tiene el uso y conservación de los
recursos hídricos implica una atención específica utilizando múltiples formas.
A lo largo de
la experiencia profesional, he tenido que recurrir a distintas formas para la
transmisión de conocimientos en materia de agua, y menciono los más relevantes:
cursos, conferencias, seminarios, exposiciones, tesis, libros, historietas,
cuentos, boletines, videos, talleres agrícolas e infantiles, bibliotecas
y museos. Dicho conjunto de actividades ha sido un medio para educar y
sensibilizar a la población sobre las diversas aristas que hay que atender en la
materia. Estas experiencias que comentaré en la ExpoAgua aludida, son la base de
mi perspectiva de Educación Hídrica, que conlleva a una Cultura Avanzada del
Agua.
19 de
septiembre del 2011
Cualquier comentario referente a esta columna es bien
recibido en mi correo electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia
* De familia sanmiguelense de
antaño, el autor es Físico Nuclear, egresado de la UNAM, con diversas
especialidades en energía, agua y transferencia
de tecnología; autor de cinco
libros de divulgación técnica y una centena de publicaciones afines; editorialista
en diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor
independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
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