Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Por Enrique García y García*
COSECHA
DE LLUVIA … requiere
siembra.
Las recientes lluvias en el centro de la República han
sido atípicas, al igual que la sequía prolongada en los meses precedentes. ¿Qué
pasa? ¿Estaremos ya en el inicio del cambio climático? No lo sé. Sin embargo la
recurrencia de esos hechos que salen de las estadísticas hace pensar que quizás
“ahí viene el lobo”.
Ambas situaciones son por demás paradójicas y han mostrado
la vulnerabilidad del País para afrontarlas. Los efectos ya los conocemos y hay
que indemnizar. En un caso ya se están inscribiendo miles de damnificados por
las inundaciones para solicitar apoyo para la reconstrucción de viviendas y
recuperación de enceres de primera necesidad. En otro, ya piden compensaciones
por el atraso en las lluvias que no alcanzarán para llenar presas y cubrir las
cuotas de riego. La poca agua superficial para el suministro de la potable obliga
a cubrirlo con líquido del subsuelo, con otras consecuencias. El panorama no es
nada halagüeño pues tenemos indicios que el clima está cambiando. Hay que hacer
algo.
La escasez y demasía, me parece que pueden ser mitigadas
con la captación del agua pluvial por diferentes modos y lugares. Es decir a
través de lo que se conoce como “cosecha de lluvia”, para beber y también para
regar. El término que admito es poco
usual, cae perfectamente con su sentido literal, pues se recoge un producto básico
para la subsistencia y es un insumo fundamental para el sembrado alimentario: H2O.
Este obvio razonamiento de guardar agua para la temporada
de estiaje y el prevenirse de grandes
escorrentías e inundaciones con la colocación de bordos de piedra, construcción
de “cajas de agua”, etc., se ha aplicado desde hace cientos de años en diversas
latitudes. La historia está a la mano a través de escritos y mapas, pero se nos
olvida consultarla. Ahora, no hay tiempo que perder. Ahí viene el lobo.
Así como la cosecha tradicional de productos alimenticios
va precedida de la siembra, la de lluvia igual. Pero, ¿Cuál es esa siembra? Pregunta
clave que tiene respuesta común, trátese de agua potable como agrícola. La
siembra es la habilitación del lugar que captará el líquido. En el primer caso se
necesita una superficie que la recoja, canaletas que la conduzcan, un filtro
que la separe de la basura y un lugar que la guarde: tinaco o aljibe. Es todo.
Esta es una gran solución para dotar de agua potable a comunidades que no
tienen una fuente de abastecimiento.
En el caso agrícola, también se requiere tener el sitio
para captar el agua que en la mayoría de los casos ya existía, pero al paso del
tiempo ha ido desapareciendo. Me explico. La infraestructura hidráulica que prevalecía
hace cientos de años ha sido depredada e inutilizada. En unos casos no se ha
dado mantenimiento a los vasos receptores para retirar los azolves y en otros,
se rellenaron con tierra para ampliar la superficie de siembra, ya que se tenía
agua fácil del subsuelo en cualquier época del año.
La habilitación de las presas y bordos implica dos
acciones fundamentales: la reconstrucción de las cortinas y bordos propiamente
dichos, y el retiro de material que ocupan los vasos de captación. El segundo
aspecto implica el común acuerdo entre los agricultores para suspender el uso
de la superficie de cultivo y restablecer la finalidad original de captar agua
para cultivar. ¿Tarea trivial? No lo es.
Las inversiones para recuperar los elementos básicos de
captación y retención de agua son cuantiosas
pero los beneficios esperados los superan con creces. En esencia se busca
aprovechar las lluvias para asegurar un desarrollo económico sostenible y el abasto
continuo de agua potable. Como efecto colateral se pretende tener elementos de
protección que eviten inundaciones. El progreso que se vislumbra no es tan sólo
el agrícola pues en los vasos de captación se pueden desarrollar actividades
piscícolas y de recreación acuática. ¿Será un sueño?
La tarea es grande, sin embargo los aguaceros en todo el
país estimulan a iniciar de inmediato la cosecha de lluvia. Empecemos a
sembrar. Hagamos del agua el impulsor del bienestar.
11 de
julio del 2011
Cualquier comentario referente a esta columna es bien
recibido en mi correo electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter @fisicogarcia
* De familia sanmiguelense de
antaño, el autor es Físico Nuclear, egresado de la UNAM, con diversas
especialidades en energía, agua y transferencia
de tecnología; actualmente es miembro
del Patronato de la Universidad de Guanajuato; autor de cinco libros de
divulgación técnica y una centena de publicaciones afines y ha colaborado como
editorialista en diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y
técnicos; es director del despacho de consultoría PTF S. C., con
sede en San
Miguel de Allende,
Gto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario