Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Enrique García y García*
AGUA PARA TODOS … sí, pero
no gratis.
Los
meses de estiaje nos recuerdan el valor del agua. Nadie aprecia lo que tiene
hasta que lo ha perdido, reza la sabia conseja popular. De igual forma en esta
época salen a relucir las deficiencias de los trabajos ofrecidos en los meses
previos. Con base en la recurrencia de sequías de años anteriores, el año
pasado se promulgó un decreto que establecía diferentes acciones para mitigar los
efectos de la sequía, mismo que fue reiterado hace unos meses con algunas
variantes.
En
todo caso mi preocupación se ha centrado en las acciones realmente preventivas
para enfrentar los embates del Cambio Climático; ya comentaba en otras Glosas que es prioritario el intensificar las actividades
tendientes a captar y almacenar el agua superficial mediante construcción y/o
rehabilitación de presas, bordos y humedales, aplicando en paralelo acciones
para la vigilancia de la calidad del agua, donde muchos usuarios podemos
participar y de ello tenemos casos exitosos que lo constatan.
En
el ámbito mundial la preocupación por el agua es permanente y se refleja en las
innumerables actividades que se realizan bajo los auspicios de la ONU. Este año
fue declarado como el “Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del
Agua” y los eventos están a la orden del día. Hace un mes la reunión se celebró
en Nairobi y hace unos días en la Ciudad de México, en la que el Banco Mundial
presentó un informe de capital importancia, no sólo para la metrópoli sino
aplicable para muchos otros sitios. “Agua urbana en el Valle de México, ¿Un
camino verde para mañana?” http://bit.ly/ZIPRGn
Durante ese mismo evento, se recordó que el artículo 4 de
nuestra Constitución fue modificado en 2011 para declarar al agua como derecho
fundamental y así cumplir cabalmente con los compromisos multinacionales
adquiridos con antelación, como lo era el “Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales”, promovido y vigilado por la ONU. En
el 2002 México se había comprometido a reconocer explícitamente al agua como
derecho humano, lo cual marcaba un hito en la historia universal de los
derechos humanos. El Artículo en comento dice ahora: “…toda persona tiene derecho al acceso, disposición y
saneamiento de agua para consumo personal y domestico en forma suficiente,
salubre, aceptable y asequible…” Misión parcialmente cumplida.
Abundo.
En los “Comentarios Generales” del mencionado Pacto, se
mencionan muchas obligaciones que
adquieren los Estados para cumplimentarse de manera progresiva. El espacio de
estas Glosas amigo mío,
sólo me permite resaltar algunas de ellas. Una muy importante es que los
Estados deben examinar las repercusiones que puedan tener fenómenos que se
constatan en la actualidad como lo son el cambio climático, la salinidad de suelos, la deforestación y la
pérdida del equilibrio ecológico.
Por otra parte los Gobiernos también se comprometen a no contaminar sus cuerpos de agua y
vigilar que los usuarios no lo hagan, que no se encarezca el precio del agua al
grado de comprometer la economía de personas, la vigilancia y sanción en su
caso, de la explotación de los mantos acuíferos, que pondría en riesgo la
integridad física de ciudades y la sustentabilidad de los ecosistemas. Como
ven, son verdaderas asignaturas pendientes y complicadas. Comparto liga de
Naciones Unidas: http://bit.ly/xqOTxG
Estos compromisos demandan
enormes recursos económicos, lo que significa que el agua cuesta y mucho, pero
la población no lo sabe y la pide gratis. A ese respecto, y a
partir del nuevo texto constitucional, muchos grupos se han manifestado pidiendo
la gratuidad del agua. En forma mal intencionada han interpretado el término
asequible haciéndolo sinónimo de
gratis. Si bien
es cierto se reconoce que el precio del líquido
no debe comprometer la economía básica de los habitantes para atender su
salud, educación o vivienda. El Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sugiere que el costo del agua no
debería superar el 3% de los
ingresos del hogar. A revisar tarifas.
La
falta de educación hídrica a todos los niveles y tipo de usuarios, hace que la población desprecie el agua, que
no valore el tenerla y menos su calidad. Así, el desperdicio y descuido, son
los resultados. Urge reforzar los aspectos educativos para aquilatar su valor
empezando con los más pequeños. El agua es el petróleo del siglo XXI. Es ahora
el oro azul. Mi primer palíndromo (frase que se lee en ambos sentidos) fue
referente al agua y al oro y lo comparto: “Al
agua se ama es Au gala”
Agua
para todos, sí, pero no gratis, es oro.
Día Mundial del Agua, 22 de marzo del 2013
Cualquier
comentario referente a esta columna es bien recibido en mi correo
electrónico: ptfsc@prodigy.net.mx y también en twitter
@fisicogarcia
* De familia sanmiguelense de
antaño, el autor es Físico Nuclear, egresado de la UNAM, con diversas
especialidades en energía, agua y transferencia
de tecnología; autor de cinco libros
de divulgación técnica, dos más por publicarse, y una centena de publicaciones
afines; editorialista en diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y
técnicos; consultor independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
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